LUZ, de Tilman Singer

Luz es el primer medio metraje (para largometraje no da y como corto se queda largo) del director alemán Tilman Singer. Un relato de terror vanguardista y diferente por lo hipnótico de su atmósfera y su forma de rodarlo en 16mm. Una historia de posesión demoníaca y un puzle narrativo con una estética minimalista para adaptarse a un escaso presupuesto.

Una desarrapada joven entra en una comisaría y tras mirar la máquina expendedora comienza a gritar al recepcionista frases sin sentido (que luego se repetirán en diferentes contextos de la historia). En otro lugar vemos en un solitario bar como se entabla una conversación entre un hombre y una mujer. Él es psiquiatra. Ella es una mujer que se comporta de una forma descaradamente sensual y de la que apenas sabemos nada más que la historia que comienza a contarle. Mientras comparten bebidas y sustancias ilegales le cuenta que hace años conoció en un instituto de Chile a una chica llamada Luz de la que se enamoró tras algo que ocurrió. La conversación se interrumpe por el sonido de una llamada en su busca que le reclama para que acuda al trabajo. Cuando se incorpora comienza a balancearse mareado y bastante borracho. La mujer le propone ir al baño para ayudarle a recobrarse de una manera rápida. Allí sucede algo muy raro, algo que parece dar lugar a un intercambio sobrenatural. Tras lo que ocurre ella se derrumba cayendo al suelo pero él parece totalmente recuperado de sus excesos.

En la sala de la comisaria se prepara el escenario que parece sacado de una obra de teatro. Un agente de policía coloca las sillas de una manera peculiar mientras ajusta el equipo de sonido para grabar y dar una traducción instantánea. En una de estas sillas se encuentra la chica que gritaba frases absurdas vigilada por una policía con actitud autoritaria y por el hombre que salió del bar tras el aviso en su busca. La chica de la silla se llama Luz y trabaja de taxista en Alemania. Luz comienza a recitar un padre nuestro alterado de forma blasfema. El psiquiatra se acerca a ella y la pone bajo hipnosis. Es entonces cuando comienza a desatarse el infierno…

A nivel técnico se nota el bajo presupuesto de la película sobre todo en sus efectos especiales. Hielo seco y luces parpadeandtes hacen que te obligues a ver o a imaginar lo que puede o no puede haber en el escenario. Momentos pasados y personajes muertos se aparecen en el presente. La música ayuda en todo momento como un elemento inquietante más para lo que está ocurriendo.

Luz es un mediometraje que para los que busquen el terror más habitual y más coherente les parecerá aburrida y absurda. Pero para los que no vayan con convencionalismos les atrapará y les hará plantearse toda esta historia tras verla.

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